sábado, 27 de diciembre de 2008

XLVI Sucesos paranormales.



Una de mis mayores pasiones, aficiones son las ciencias ocultas. Desde bien pequeño he escuchado historias que me has sobrecogido y que aún me siguen aterrando.

Hoy, aquí y ahora no explicaré las historias que me han contado sino las que yo he vivido en primera persona. Paso entonces a explicarlas.

La cruz blanca
Volvíamos por carretera de Torredembarra, mis padres, mi hermano y yo. Era domingo, no era muy tarde pero ya hacía horas que había anochecido. Apenas había coches en la autopista. La tranquilidad ambiental me hizo relajar y acabé quedándome traspuesto. De repente un bache en la carretera me despertó. Miré por la ventanilla y vi, en serio lo digo, una gran cruz blanca en el cielo. Pude contemplarla durante varios segundos, más tarde desapareció. Me quedé pensativo y extrañado. Recuerdo aquel día como si fuera ayer. ¿ Qué fue aquello que vi en el cielo?, ¿ Qué quiso decir?.

La fábrica de harinas
Hará ya una semana que estuvimos pasando el puente en Soria, pensábamos que ya lo habíamos visto todo de la capital pero algo se nos había pasado; la Fábrica de Harinas Eléctrica de Soria. Así se llamaba esta fábrica de harinas cuando la construyeron, hará ya unos 150 años. La fábrica en cuestión hace más de 50 años que fue abandonada, los matorrales y arbustos descuidados así lo demuestran invadiendo los alrededores de la misma, pero algo nos llamó poderosamente la atención; su interior. Por lo poco que pudimos ver a través de sus ventanas todo parecía como nuevo, los aparatos y máquinas rudimentarias que utilizaban, las escaleras que subían hacia el segundo, tercer y cuarto piso..., todo.El lugar donde se encuentra esta fabrica es precioso situándose a la orilla del Río Duero... .

Ahora contaré como sucedió todo:Tal día como ese viernes por la tarde las hermanas Santamaría decidieron salir con su coche e ir a disfrutar del paisaje para así poder hacerse algunas fotos, todo iba bien hasta que tras pasar por un antiguo puente hecho de madera descubrieron a lo lejos lo que allí se encontraba; el paisaje torno de ser precioso a aterrador.

La tarde caía y decidieron entonces acercarse un poquito más a aquella fábrica abandonada; algo, cuentan ellas, que sintieron, algo raro, quizá presencias? no lo sabemos... decidieron así rápidamente volver hacia donde tenían al coche y regresar a la capital.
Más tarde me llamaron y quede con ellas, las noté tristes toda la tarde, alteradas... hasta que María me confesó lo que había ocurrido aquella tarde. Después de escuchar ambos testimonios, al día siguiente por la mañana decidimos volver a aquel fatídico lugar, todo acontecía en silencio, algo que acrecentaba nuestra incertidumbre. Decidimos acercarnos más, fue ahí cuando yo también lo sentí, algo raro noté, miramos a través de sus ventanas, parecía que dentro aún alguien trabajaba, todo estaba recogido, sin tocar; tuvimos una sensación rarísima, fue entonces cuando tras escuchar unos ruidos que no sabíamos de donde procedían regresamos corriendo hacia el coche. Aquel día me rallé bastante con todo aquello.

He tardado en explicar este suceso, que no tan solo me pasó a mi, porque a mí estas cosas me dan mucho respeto; lo que sé es que algo aquel día en aquella fábrica acontecía ajeno a nuestra presencia.

La ermita de Fuentetoba
Fuimos a visitar Fuentetoba, un pueblecito al lado de la capital; le queríamos enseñar la gran cascada, pero empezamos a explicarle la leyenda de la Ermita que allí se encontraba…… Cuentan que alguna noche en una de las ventanas del piso superior de la Ermita de Fuentetoba se ha visto a una mujer vestida con un largo atuendo blanco, peinándose, mientras se mira en un gran espejo…

Empezamos a picarnos entre nosotros, también estaba María, y al final nos decidimos a entrar en la Ermita, casi en su totalidad en ruinas. La María se " cagó " directamente y entramos el Olmos y yo solos. Lo que allí dentro nos encontramos tal y como en la foto se aprecia, del todo tétrico. En sus paredes, mensajes amenazadores de muerte, extraños escritos, algunos incomprensibles, al parecer antiguos, pintados en rojo, en sangre? no lo sabemos… una soga colgada a una estaca a lo alto del tejado… algo aterrador… queríamos subir a los pisos superiores pero el miedo nos pudo y salimos corriendo…

Vea
Esta historia la cuenta mi padre. Aquí os la dejo.La provincia de Soria tiene muchos pueblecitos escasos de población, entre ellos el mío, Nódalo, algo vale que desde hace unos años el alcalde se ha preocupado de que hoy esté adecentado y aunque pequeño y con pocos habitantes resulte acogedor y entrañable.

Otros pueblos no han corrido la misma suerte que Nódalo, hay muchos que se quedaron sin gente allá por los años 50 ó 60. Entre ellos se encuentra Vea, un despoblado cerca de San Pedro Manrique, pueblo famoso porque en la noche de San Juan cada año casi todos los hijos del pueblo pasan una alfombra de ascuas con sus pies desnudos, dicen que no se queman. Os recomiendo vivir en directo el evento, la noche suele ser clara, la temperatura idónea, y a eso de las 12 de la noche se echan a la espalda- a arrajones- a una joven o no tan joven del pueblo y pasan con decisión, dan unos 14 ó 15 pasos sobre esas ascuas incandescentes y una vez conseguido se abrazan celebrándolo como se merece. Cada vez que lo presencio se me ponen los pelos de punta.

Pues bien, como os decía, Vea es uno de los despoblados de la provincia de Soria, a finales de los cincuenta se quedó sin gente y según me han contado - yo no he estado todavía allí- aún quedan en pie la iglesia, que honró a la Virgen de los Remedios, la escuela, con alguno de sus pupitres tal y como quedó en aquella época y algunas de sus casas a las que la maleza hace difícil su acceso. En una de ellas todavía puede verse el único ataúd que había entonces en el pueblo, bajaban al muerto al cementerio, lo metían en la fosa y el ataúd de nuevo al pueblo, listo para volverlo a utilizar.

Este pueblo que allá por 1845 tenía 150 habitantes hoy es un pueblo fantasma.Son muchos los que desde San Pedro Manrique siguiendo el río Linares llegan hasta él, la mayoría son gente a la que le gusta el senderismo, pero otros lo visitan atraídos por algo extraño, algo difícil de explicar que sienten al sentarse en los poyos de algunas de la casas que aún quedan en pie.

Han sido y son muchos los que lo han visitado tratando de encontrar algo sobrenatural, relacionado con el más allá, con no sé qué. Hasta Iker Jiménez en alguno de sus programas radiofónicos de la madrugada de los fines de semana ha hablado de él.

Pues bien, mi hijo atraído por todo esto, decidió con un grupillo de amigos y amigas visitarlo este verano en el mes de Agosto.

Se perdieron y no dieron con el pueblo. Ese mismo día después de comer sonó en su móvil una melodía extraña que nunca la había oído antes, era una de esas alarmas, esos recordatorios que a veces grabamos en el teléfono haciéndolo servir como agenda. Al abrirlo encontró el siguiente mensaje:

14 de Agosto, VEAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA…

Él jura y perjura que jamás había escrito nada parecido en su teléfono. Nos quedamos todos sin saber qué pensar.

¿Realmente fue alguien del más allá el que a través de este mensaje quiso decirnos algo?.Hoy, y por eso os lo cuento, cada vez que pienso en ello, siento un cosquilleo por todo mi cuerpo y por muchas vueltas que le doy no logro encontrar ninguna explicación.


Zanjo con esto:
Hace poco se publicó una encuesta en Estados Unidos. La pregunta era sencilla:
· ¿Alguna vez ha tenido usted relación con algún suceso paranormal?
El 82% de la población encuestada respondió SÍ. Un SÍ aterrador. Quien quiera entender que entienda.

Quedar con Dios.

martes, 23 de diciembre de 2008

XLV Antes de ser princesa, cenicienta pasó por aquí.


- No existe el amor a primera charla.
- Nadie tiene sueños eróticos con alguien muy simpático.
- Cuanto más se cuida un hombre más gracia hacen sus chistes.
- La primera impresión es la que cuenta, y la segunda, y la tercera...
- No vuelvas a escuchar las palabras, yo te quiero; pero como amiga.
- No siempre tienes tiempo de demostrar lo interesante que eres.
- Que tu madre te vea guapo no significa que lo estés.
- Principes no hagáis esperar mucho a vuestras princesas.

viernes, 28 de noviembre de 2008

XLIV Una gran pena.


Hace más o menos 3 años que me saqué el carnet de conducir, hará algo más de 2 años y medio que lo conduzco y gracias a él, a mi Nissan, he podido visitar lugares de ensueño, lugares apartados y lejanos que seguramente antes ni me planteaba poder ir... Me ha permitido y me permite moverme siempre que quiero o necesito por Barcelona.

Gracias a él hemos podido visitar lugares como Soria, Tarragona, San Sebastián, Logroño, Burgos, Valladolid, Segovia, Alicante, Valencia, Lleida, Madrid, Guadalajara, Girona, Zaragoza, Pampona, etc, etc, etc... .

La preocupación que tengo es que ya se está haciendo cada día más viejito y no sé si podrá aguantar mucho tiempo más.
El pobre duerme todos los días en la calle, casi no le caben los kilómetros recorridos en el cuentakilómetros, los cristales ya no suben bien, la radio se traba a veces, la tapicería de las puertas se esta empezando a caer, el mando a distancia de obertura ya no funciona, a veces se queja de los amortiguadores, las luces de dentro ya se fundieron…
Pero por ahora, en el tema fuerza y potencia, en el tema motor no muestra ningún síntoma de debilidad, está como un toro pero tengo miedo que un día se me muera definitivamente sin avisar… aii…
Tengo que recordar que mi coche nació en 1992, el año de las olimpiadas, tiene ya casi 16 años...

Esperemos que me siga durando mucho tiempo más.



Este relato lo escribí el 18/11/07.
Hace unas semanas enfermó de algo bastante grave. Hace 2 días murió, ya está dado de baja. Pronto será triturado e incinerado.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

XLIII Escribir es...


Prometer, es empeñar el futuro,
Desear, es no vivir el presente,
Olvidar, es despreciar el pasado,
Y Vivir, es contestar lo de siempre.

Discutir, prefiero seguir cantando,
Ser mejor, es intentar ser cambiado,
Suicidar, es no volver a arrepentirse,
Y Elegir, es pedirme demasiado.

Despertar, es un lapsus de los sueños,
Y Soñar, es una vida en balde,
Madurar, es regresar a tu padre,
Y Querer, como quiere a una madre.

domingo, 23 de noviembre de 2008

XLII Créete educado, pero no la educación.


Para educar no solo has de de serlo, sino estarlo.
¿Pero quién sabe cómo educar?
Cada persona necesita un método, ¿pero cual?
Cree que tu método es bueno,pero no el mejor.

Créete educado,
pero no la educación.
Educa a veces con la cabeza,
otras con el corazón.

Sé pirata, poeta y marino
pero también...un buen actor.

domingo, 16 de noviembre de 2008

XLI Vida Inlibre.


Vida mía, vida corta, pero intensa
vida pura, vida viva, pero cuesta…
vida ardua, vida lenta, vida presa
vida muda, vida nunca, me aconsejas
vida mía, vida tuya, vida nuestra
vida inlibre, vida loca; vida esta.

Esperando vida voy viviendo,
vivo un presente eterno,
déjame saltarme esta tortura,
conseguir lo que deseo,
vivir mi vida en verso.

Déjame, sinó muero.

viernes, 14 de noviembre de 2008

XL !Las Cuarenta!


Presta atención a lo que digo porque escojo las palabras cuidadosamente y no las repetiré.


Soy el quién, el dónde, el qué y el cuándo y el porqué es así de simple; porque puedo.
Soy el Tuno Negro y eso implica el quién, donde; lo hago donde quiero y el misterio es el qué, dime cuando; lo hago cuando quiero y el porqué es sencillo y simple, porque puedo.


No te resultará difícil encontrarme, solo mira a tu alrededor, estoy muy cerca pero a la vez muy lejos, te conozco perfectamente, lo sé todo de ti.

Léeme atentamente y encontrarás lo que buscas.



Ya son 40 los escritos publicados, por eso he querido recordar la manera en la que me presente a mi primera victima. Él, estaba ansioso de saber de mi identidad. Esta fue mi primera pista.

jueves, 13 de noviembre de 2008

XXXIX La vida...


Duele, la vida como un puñal hay veces que duele
Y nada tiene que ver con tu boca,
Que hecha para besar hay veces que muerde,
Que anuncia cordura y a veces se vuelve loca,
Y duele porque la piel no es materia inerte,
Y duele porque el querer es dolerse a veces.

Tiembla, la vida como con miedo hay veces que tiembla,
Y nada tiene que ver con el aire
Que mueve tu ropa en noches de luna escueta
Que aprieta, suelta, evoca y me enloquece
Y tiembla por los latidos que tu provocas
Y también porque el querer es temblar a veces.

Ríe, la vida como un volcán hay veces que ríe,
Y nada tiene que ver con el tiempo,
Se ríe porque para ella somos tan leves,
Como el humo azul que del pudor se desprende,
Y ríe porque tu llanto se lo merece
Y también porque el querer es reírse a veces.

Vive, la vida por compasión hay veces que vive,
Y nada tiene que ver con la muerte,
Que cuando llegue ese instante déjame verte,
Que no hay mayor libertad que tenerte en frente
Y que nadie sea absuelto por no quererse
Y vive porque el querer es vivir a veces.

Y cada uno en su camino,
Va cantando, espantando sus penas,
Y cada cual en su destino,
Va llenando de sol sus venas
Y yo aquí sigo en mi trinchera corazón tirando piedras,
Contra la última frontera,
La que separa el mar del cielo,
Del color de tus maneras
La que me lleva a la guerra
A ser semilla en la tierra.

Y no me pidas tanto corazón,
Que tengo poco aire en el pulmón,
Lo que tengo es un castillo en el cielo….

lunes, 3 de noviembre de 2008

XXXVIII Crónicas heladas.


Hoy es 2 de noviembre, estoy en Soria, me acabo de levantar, he mirado por la ventana, aún no ha cuajado pero ha comenzado a nevar. La gente con los abrigos, cremalleras hasta el cuello, en la mano paraguas, zarandeados por el viento. Miro al cielo, me preocupo, no lo veo, está gris, apagado y espeso, me tomo un chocolate caliente, me lo merezco. Salgo a la calle, como no hace frío ¿sabes?, me lo invento. Mis manos se hielan, ni guantes, ni manoplas llevo; mira por donde, orejeras me he puesto, no vaya a ser que se caigan las orejas al suelo. Dedos en mis pies; ya no tengo, los perdí bajando al Collao donde había quedado con estos, no me los siento, me compré unas zapatillas muy modernas y bonitas, pero que me entra el agua, que no veas por dentro. No puedo, me muero. El hombre, víctima de la moda, osease yo, saludo a la gente; - Hola, ¿ que tal? Sonrío... pero digo por mis adentros, - Joder! Haber cuando nos vamos pa’ casa, que ya soy copito de hielo! Y encima, como tonto me pido lo que sería un granizado en aquel momento, un Martini con gaseosa helado, para agravar más si cabe, mi temperatura corporal bajo cero. A duras penas llego a casa, a casa de mi abuela por cierto, pero cual es mi sorpresa, ¡hace más frío dentro que fuera! La calefacción aún no está puesta. Y tirito mientras como, y como resistiendo y todo se me duerme pero yo no puedo, ya ni la vieja manta roja a cuadros de la Saca calma mi tormento.
Y así resumo un día bonito por lo blanco pero intenso por el sufrimiento y es que uno aunque lo niegue es de costa, catalán y friolero.

XXXVII Soria es...


Soria es la ciudad del hielo, del frío y del viento,
del bar, del pincho y del torreno,
del poema, del poeta y del verso,
del paisaje, del potaje y del pueblo,
de la ermita, del castillo y del misterio,
del jabalí, la codorniz y el cangrejo,
de Santo, de río y de Duero,
de seta, "nícalo" y colmenero,
del rino, romano y medievo
de suerte, lotería y dinero,
de Numancia, del Numancia y ganaremos.

jueves, 30 de octubre de 2008

XXXVI Fácil.


Fácil es morir luchando y
encontrar buscando y
acabar empezando y
vivir deseando.

Fácil es desesperar esperando y
querer odiando y
mentir callando y
seguir pensando.

Fácil es perder jugando y
seguir hablando y
reír llorando y
demostrar aparentando.

Difícil, en realidad, lo más fácil.
Lo imposible, no existe.

miércoles, 29 de octubre de 2008

XXXV Cuidado en Casa.


Noticia del Periódico de Cataluña de ayer.

90 Españoles murieron en el 2007 víctimas de accidentes domésticos.

El hogar es el lugar más peligroso para la mujer, y el deporte, la actividad de más riesgo para el hombre.

Los accidentes en el hogar y durante el tiempo de ocio cada vez son más numerosos. Y la mayoría se produce de la manera más tonta, por imprudencias, descuidos o el azar, según los accidentados. El informe de 2007 sobre percances domésticos y actividades cotidianas, difundido ayer por Sanidad, cifra los siniestros en 1.754.335. De ellos, 105.260 requirieron hospitalización y 90 acabaron con resultado de muerte. Caídas importantes o cortes que derivaron en un choque hipovolémico - gran perdida de sangre- motivaron la mayoría de los fallecimientos.Las caídas en la cocina de mujeres son el prototipo de estos percances. Así que cuidado al pasar junto al cable de la aspiradora, subir cargado con 4 bolsas de la compra en cada mano o no hacer pie en una superficie seca al salir de la ducha.

Los aplastamientos, los cortes, los desgarros y las descargas son otros motivos habituales. Por eso no es aconsejable dejar los cuchillos de filo japonés para que se sequen en la encimera de la cocina al alcance de los niños. O ponerse a cambiar la bombilla del baño sin más atuendo que una toalla mojada.

viernes, 24 de octubre de 2008

XXXIV Un Tuno Triste; un Tuno Negro...


Había una vez una página, la cual no leía nadie, nadie dejaba sus comentarios, pasaba totalmente desapercibida.
Una vez un chico entró por equivocación, pensó que aquello era un virus y rápidamente la cerró.
El Tuno Negro de la página cada vez daba menos miedo, cada vez estaba más triste y desolado, aún así nunca dejaba de escribir. Realmente no sabía si lo que escribía gustaba o no, ya que nadie le hacía caso, todo el mundo pasaba de él.
En sus inicios el Tuno Negro gastó mucho dinero, casi llegó a arruinarse, en publicidad para su página, pero aún así nadie se paraba a leerlo. Hasta su familia renegaba de él.
Siempre 0 en sus comentarios, siempre ese CERO cabrón, aterrador y desesperante. Antaño aún tubo algún triste comentario de publicidad, ahora ya ni eso. Era un pobre hombre.
Un día el Tuno andaba desesperado porque nadie le quería, decidió hacer algo que ningún Tuno en condiciones había hecho nunca, se quitó su capa negra, pensando que así llamaría la atención y empezarían pues a llegar los comentarios a sus escritos, pero que va; todo continuaba igual. Pensó entonces que su vida era muy puta e intento suicidarse ahorcándose en un árbol, pero la rama se rompió. Todo le salía mal, ni matarse sabía. Era un Tuno de los peores, el azme reír del gremio.

Hoy en día la página sigue igual de desierta, las palabras siguen llenas de polvo, los pensamientos están cubiertos desde hace ya mucho tiempo de telarañas, aún así el Tuno no deja de escribir esperando que algún día alguien entre a visitarlo, alguien por fin se preocupe por él.


Si leyó este texto agónico
y le llegó al corazón,
por favor ayude a este Tuno,
déjele un comentario,
tan solo una opinión,
el Tuno volverá a estar contento,
le hará un gran favor.


Un pobre Tuno Negro que les quiere. De todo corazón.

jueves, 23 de octubre de 2008

XXXIII Maestros del toreo.

La plaza se iba llenado, la plaza ya estaba llena. Los toreros en el callejón. En el redondel la mayoría, vacas mansas pero también morlacos de todos los colores y tamaños; toros de gran categoría y pundonor. Toros que aún siendo tan jóvenes, se encaran y zarandean el capote con fuerza, criados a conciencia en los mejores campos de Barcelona y alrededores.
Solo los mejores toreros son capaces de lidiar con tales bestias; bestias preciosas.
En estos últimos años la cosecha de buenos bravos se había incrementado notablemente; antaño incluso, el toro respetaba al torero. Eso no eran toros, eran vaquillas.
A mí, como gran torero considerado, que me considero, me gusta lidiar con torazos, pero no me gusta matarlos como hacen otros, a mí me gusta enseñarlos, amansarlos y conducirlos a corrales mucho más sabihondos y tranquilos de lo que salieron. Este es mi reto diario, mi trabajo. Lo que me gusta. Y no te digo que alguna vez no me haya llevado alguna que otra cornada, pero cada pinchazo te curte, te enseña, te hace querer más si cabe a ese toro que te reta, que te busca, que te mira y amenaza, que busca tus límites, a ese toro que lo único que busca en ti es tu atención, comprensión y compañía; tu afecto.


Y sonó el timbre; las 15:30. Se acabaron las conversaciones de nada, todos al patio, ellos esperando, cada niño detrás de su columna, sonrientes, revoltosos y movidos. Los maestros pues se dispersan; cada uno con su grupo, cada uno con su clase. Cada niño un mundo, cada niño una alegría, muchas veces mal entendida, mucha psicología, no todo vale, no todos valen. - Hola buenos días - ,y empieza de nuevo un nuevo día.

jueves, 16 de octubre de 2008

XXXII No cambies, evoluciona...


Había un ciega sentada en la calle, con una taza y un pedazo de cartón, escrito con tinta negra, que decía: "Por favor, ayúdenme, soy ciega".
Un creativo de publicidad que pasaba frente a ella, se detuvo y observó unas pocas monedas en la taza. Sin pedirle permiso tomó el cartel, le dio vuelta, tomó un rotulador negro que él llevaba y escribió otro anuncio. Volvió a poner el pedazo de cartón sobre los pies de la ciega y se fue.
Por la tarde el creativo volvió a pasar frente la ciega que pedía limosna; su taza estaba llena de billetes y monedas. La ciega reconoció sus pasos y le preguntó si había sido él, el que re escribió su cartel y sobre todo, qué había escrito. El publicista le contestó:"Nada que no sea tan cierto como tu anuncio, pero con otras palabras".
Sonrió y siguió su camino.
El nuevo mensaje decía:
"Hoy es primavera y no puedo verla."

jueves, 9 de octubre de 2008

XXXI Condenada. Condenados.


El texto era sencillo; la puesta en escena bastante más complicada. La función tenía que comenzar. Nerviosa y tiritando se subió al escenario, obra corta pero estrecha e intensa. Entonces lo dijo y todo acabó. Ni un solo aplauso, solo gritos en silencio de indiferencia, más tarde malas caras y finalmente brisa pesada bajo sus ojos, también bajo los suyos, mar de recuerdos, todos buenos en aquel momento. Muchos años ya entrelazados, difícil mezcla, él era débil, ella se hacía la fuerte. Él la quería, ella no se atrevía, aunque su cabeza pasada la anestesia del momento la persiguiera y le dijera:
- Esto no puede continuar, déjalo, es lo mejor para de nuevo poder comenzar.
Y allí siguieron y allí seguían y allí, felices o no, por siempre atados, que no juntos, seguirán.
Esa misma obra pero en diferente día de función volvió a repetirse una y mil veces más, provocando el mismo resultado:
Gritos en silencio de indiferencia, más tarde malas caras, finalmente brisa pesada bajo sus ojos y la frase de siempre:
- Cambiaré Cariño, no lo haré nunca más.

XXX Soy Maestro.


- Los hombres que van con otros hombres son Gays. Las mujeres que van con otras mujeres son Sevillanas.
Esta fue una de las primeras frases ocurrentes que escuché entre aquellas cuatros paredes cargadas de energía y alegría en cantidad. Tengo la suerte de ser Maestro. No necesito más.
¡ Y OLÉ !

jueves, 2 de octubre de 2008

XXIX Raúl y Pedro.


Hasta los ciegos podían leer sus hojas de apuntes pasando las yemas de sus dedos por las mismas. Raúl era un hombre nervioso. Destrozaba frenos de mano y manos sin freno, era horriblemente guapo, interesante y aplicado. Rompía mesas con sus codos. Estudiaba por vicio pero no fumaba. Su mirada era correosa y corrosiva. Se peinaba con tenedores y con tenedores no comía, devoraba, no saboreaba. Se cortaba las pestañas, él nunca lloraba. Era un hombre muy seguro de sí mismo. Se peinaba hacia arriba, siempre iba perfectamente peinado y repeinado. Aunque se desplazaba en coche, siempre llevaba casco.
Aquel día estaba tranquilamente cardiaco, había quedado con Pedro, un chico delicado y despeinado, el cual apoyaba sus codos mientras estudiaba, en esponjas esponjosas, suaves y desinfectadas, temía poder dañarse. Era guapísimamente horrendo, tenía largas pestañas, lloraba a menudo. Era inseguro por vicio y naturaleza, siempre se desplazaba en su moto de tres ruedas, nunca llevaba casco, bebía agua a cucharadas. Era extremadamente extremado.
Se acercaba el momento del encuentro, Raúl lo esperaba con el casco puesto en el interior de su coche, Pedro estaba al llegar. Ahí estaba Pedro. Habían quedado en un parking a las afueras de la ciudad, estaba desierto pero Pedro aparco encima del coche de Raúl, no quería ensuciar las tres ruedas de su moto.
Se miraron, no se hablaron, se sentían atraídos, se despojaron de sus camisetas, empezaron pues a besarse sus ombligos, eso era lo que les gustaba, eran raros... ¿ y qué?, eran entrañables, eran 2 seres enamorados.
PD: La foto corresponde a la mochilita de Pedro.

lunes, 29 de septiembre de 2008

XXVIII Propinas por amar.


Utilizar el sexo para consolar los dolores del corazón, es dar besos vacíos, es como abrazar una nube. A menudo un amor perdido nos deja tal vacío, que intentamos llenarlo entre las piernas de la inmediatez, y entre las sábanas de lo anónimo. El ayer se cura con el hoy, y no engañando al olvido con suspiros de placer... .
Hoy quiero enseñar a mi soledad a vivir sin esperar, propinas por amar. Hay tanto de mí que quiere llorar. Pero mis llantos vendí, entre las piernas de un bar y cada noche a mi amor conduzco al olvido hacia un colchón y aparco besos sin calor en un cuerpo, ceno con mi dolor, desayuno mi compasión y engaño al olvido, ¡mi amor!, con un cuerpo.
Hoy me visitó aquel que un día fui, y el espejo me contó:" que la tristeza no es el fin. La ironía es la tristeza que, al no saber llorar, sonríe cuando quiere hablar. Y sí la vida nos da otra oportunidad, volveré a hacer el amor.

viernes, 26 de septiembre de 2008

XXVII Querida naranja:


Desde bien pequeñito,
fue él, quien sino,
quien me peló la naranja,
y con amor me la dio.
A veces quito pepitas,
otras veces no,
quería que me espavilara
que aprendiera a ser mayor.

Fui creciendo y más tarde
a pelarla me enseñó,
sin tocarla con las manos
está vez lo hice yo,
sin ayudas y a lo loco
igual de buena supo y “sabió”.

Un día fuimos los dos,
elegimos la naranja,
del mercado y con sabor,
la comimos en casa,
disfrutamos un montón.

El tiempo iba pasando,
pero los años no...

Un día se te ocurrió
mandarme a comprarla solo,
aquel día; se me cayó.
Intenté coger la buena,
pero cogí la peor,
ya no estabas para ayudarme
para coger la mayor.

Hoy, ya siempre la compro solo,
ya no me gusta su sabor,
aún recuerdo cuando comprábamos
y comíamos ambos dos.

Supongo que dentro de poco,
A mi hijo; también, se la elegiré yo,
Haré como hizo mi padre conmigo,
Siempre; siempre, le compraré la mejor.

miércoles, 28 de mayo de 2008

XXVI El Tucán Tristán.


Había una vez un pequeño pajarito; un Tucán, al que todo el mundo llamaba Tucán Tristán. Tristán hacía tiempo que andaba triste posado en las ramas de los árboles. Era un pajarito de lo más vistoso, era tan precioso y delicado que todos los pajaritos de la zona le tenían envidia, montones de colores inundaban su cuerpo. Los jilgueros y cotorras se le acercaban e intentaban animarlo pero era imposible. Contaba que hasta que el cielo no fuera de colores, él, no volvería a volar. Comentaba que últimamente, cada vez el cielo amanecía más negro y contaminado, que las industrias y fábricas lo estaban estropeando todo y que hasta los ríos ya, habían perdido su color azulado. Estaba tan triste y enojado que no podía dejar de llorar.
Los demás pajaritos pues, idearon un plan para que Tristán se alegrara y dejara de estar triste. Decidieron entonces acercarse a la ciudad y comprar globos, muchos globos de infinidad de colores diferentes, los inflarían y los soltarían todos a la vez allí donde estuviera posado Tristán.
Tristán yacía medio dormido en su rama cuando de repente algo le rozó su cara, abrió bien fuerte los ojos y el pico y empezó a trinar y a gritar! No se lo podía creer, el cielo era de colores! ¡ Un milagro! Mientras los demás pajaritos sonrientes, le vigilaban atentamente escondidos en sus nidos.
De repente una fuerte ráfaga de viento sopló y se llevó rápidamente a aquellos preciosos globos hacia lo lejos, al cabo de unos minutos el cielo volvía a estar tan negro y contaminado como siempre. El Tucán Tristán de nuevo, volvió a cerrar su gran pico, bajó la cabeza y comenzó de nuevo a llorar.
A la mañana siguiente llovía fuertemente y Tristán desesperado comentó a sus amigos del bosque que ya no aguantaba más allí y que había decidido marchar bien lejos en busca de su cielo de colores. Una vez se había despedido de todos ellos, caminó por el árbol hasta la rama más alta, de allí saltó y empezó a volar. De repente su vuelo bajo la lluvia, dibujo un color tan intenso y bonito que todos los pajaritos de la zona empezaron a gritar y saltar, Tristán los escuchó, giró su cabeza y entonces lo vio, ¡ un gran arcoiris salía de su cola! Tristán entonces, se secó las lagrimas y voló y voló, lo más rápido que pudo por todos los rincones, poquito a poco y con una cara de felicidad asombrosa fue invadiendo todo el cielo de un gran manto de arcoiris. ¡ Tanto Tristán como los demás animalitos estaban como locos! ¡ Ya todo el cielo era de colores!,
Así, ya nunca más nadie volvió a estar triste y Tristán junto a todos sus amigos del bosque fueron por siempre felices.

domingo, 18 de mayo de 2008

viernes, 9 de mayo de 2008

XXIV Puta gravedad.


Dicen que soñar es gratis, pero para muchos es algo desesperante...


Siendo muchos los que soñamos, muy pocos son los afortunados que llegan a conseguir sus sueños...

XXIII Blanco.



La noche era blanca. Un blanco inmaculado inundaba el lugar. Con zapatillas blancas de belcro, pantalón blanco y camiseta de manga corta del mismo color llevaba una mujer tres años encerrada en aquella habitación. No pasaba un día que no pensara en su liberación. Cada día, a las mismas horas, por una rendija, en una bandeja de plástico blando blanco, salían dos platos de comida, una pieza de fruta y un vaso de agua. Ella suponía que a horas de desayuno, comida y cena. Jamás vio a nadie, alguna noche si notó que alguien entraba a la sala mientras dormía, pero jamás pudo despertarse y ver. Algo fuertemente la sedaba.
A todas horas gritaba y gritaba , se tiraba al suelo desesperada, esa fuerte luz banca la estaba matando. No entendía que hacía allí. Hacía ya, tanto tiempo que no veía a su familia… los echaba muchísimo de menos.


Aquella mujer permanecería en aquel centro psiquiátrico siguiendo un fuerte tratamiento durante el resto de sus días. Un día, su mente la traicionó y la abandonó a su suerte dejándola enferma y sola. La noche de los hechos se olvidó de quien era ella y quienes sus seres más queridos, dejando sin alma a sus tres hijos pequeños.
Su vida, a partir de aquel día, se volvió blanca, como su mente, su historia, como su muerte, por siempre blanca; blanca inmaculada.

martes, 15 de abril de 2008

XXII Una casa, una realidad familiar.


Con manos grandes, ásperas y duras esperaba sentado en su sofá un hombre fuerte y corpulento al que el paso de los años había enchepado delicadamente. Con pelo casposo y mirada tranquila mostraba sosiego y serenidad. Él, hombre gruñón y de pocas palabras ya no daba un paso en falso, una vez se pilló los dedos, más bien un dedo y ya siempre caminó sobre seguro. Aún conservaba una ilusión; su pueblo, y era allí junto a su huerto y sus tierras donde rejuvenecía, donde dejaba de quejarse, allí volvía a renacer, volvía a ser ágil.

Su mujer, con bata de cola cocinera de color azul estampado, muy echá pa’ lante, pelo corto teñido encrespado y barriguita pueril yacía haciendo la comida. Una mujer luchadora incansable, ama de casa y de familia, gran controladora, monjita reprimida, parábola continua y vitalidad asombrosa.

Mientras su hermano volvía de trabajar, con hombros cargados y espalda dolorida de subir y bajar entrañas y carnes de cochino. Con mirada espesa se sentaba en la mesa. Él, a sus cincuenta y algún año era un hombre juvenil, juguetón e imprevisible. Éste si que era un oír, ver y callar de los mejores! Jugaba al despiste siendo un gran espía. No se le escapaba una.

La mujer, les tenía muy bien acostumbrados, era una mujer chapada a la antigua aunque ella siempre se encargara de negarlo. Su marido nunca tocó los fuegos, incluso los de la cocina, solo hacía que sentarse en la mesa y aún así protestaba, cumplía un descanso de guerrero más que prolongado. Una vez quiso hacer un huevo en la sartén y se le olvidó echar el aceite. El siempre fue hombre de chorizo, lumbre y hogaza. Muchas veces decía que él no se tiraba pedos; se le caían.

Los dos hombres de la casa estaban bien asistidos por la mujer y aún así no se llevaban del todo bien, como dos niños pequeños se enzarzaban en peleillas de campo, donde nunca llegaba la sangre al río y siempre acababa por reinar el silencio.
Tres personajes, a cada cual más diferente y opuesto, pero ya con tantos años de convivencia a sus espaldas que me atrevo a decir que aunque ya no se lo digan; seguro, se quieren mucho y no podrían vivir los unos sin los otros.

jueves, 27 de marzo de 2008

XXI Lluvias torrenciales.


  • El girasol erguido y chulesco busca la luz y el calor del Sol. Al caer la noche, se entristece y duerme.
  • El reloj marca las horas. Yo nunca llevo reloj.
  • De niños, nos convertimos en libros de auto ayuda, necesarios para entendernos de mayores.
  • Esperar un futuro, es no vivir el presente.
  • El rojo pasión y el verde esperanza, al mezclarse, se convierten casi siempre, en marrón oscuro casi negro.
  • Se pasó la vida dominándome, siendo una gran sumisa.
  • Un conjunto de espinas es un bonito rosal.
  • El corazón guarda los sentimientos, ¿ pero los sentimientos guardan al corazón?
  • La vida a veces es tan puta, que da por culo vivirla.
  • Las margaritas son flores tan blancas y amarillas que consiguen tornar a la abejas invisibles.
  • Hay personas que son preciosos regalos con lacito rosa, que, una vez los abres, te arrepientes de haberlo hecho, mucho mejor no haberlos abierto.
  • Si molesto, me quedo.
  • Cállate, que me siento solo.
  • De tanto estudiar se quedó tonto.

viernes, 14 de marzo de 2008

XX Intenté definir el Amor...


Que te diría...


A medio pulmón hay cosas que te debo, alguna canción, un corte de pelo, un baño de espuma y echarte más de menos. Si vuelvo a nacer, te busco sin duda, detrás de la luna del amanecer, donde te desnudas, donde tengo las de perder.Y esque viniste de un bosque lejano, perdido en mil y un senderos, has bailado con toros lidiados y has recogido todo del suelo. Has llovido desde nubes amarillas y has dormido en las alcantarillas. Has sido entretenedora de cuerdos y has perdido en mi reloj tu tiempo. Hoy quiero vivir de nuevo en tu reloj que es el que señala mi tiempo. Hoy quiero pintar de nuevo tus labios que son los que sangran mi pecho. Hoy quiero escribir de nuevo en tu papel que es donde viven mis sueños.

Gracias de verdad, por todo este tiempo de cuentos, fantasía y felicidad...Gracias por creer, saber y sostenerme. Gracias por ser tan buena, tan verdadera. Gracias por apostarte la vida por mí.

Pensarás que tengo el tiempo justo, pero en realidad tengo todo el tiempo del mundo.

martes, 11 de marzo de 2008

XIX Bulling.

En esta historia me ahorraré los detalles, no creo que sea necesario contar todo lo que a este pobre niño le toco sufrir.

Por la mañana…
Mientras las gaviotas se comían ya, los restos de bocadillos e insultos que habían quedado en el patio del colegio, subía un niño, cabizbajo, escaleras arriba a refugiarse a su clase. Que suplicio, que 20 minutos más duros de recreo.
El era Pablo, un niño de los de antes, respetuoso, trabajador y constante. Solo tenía 13 años pero la vida le llevaba mucho tiempo maltratando. Desde bien pequeñito fue objetivo de burlas, desplantes e insultos por parte de sus compañeros, tanto en la escuela como fuera de ella. Siempre lo sufrió en silencio, nunca lo comentó en casa, su refugio, durante muchos años.
Afortunadamente, ese niño se espaviló, tarde, pero se acabo espavilando. Todo ello, una vez superado, le hizo ser más fuerte, multiplicar su personalidad y no dejar ser, nunca más, pisoteado por nadie.
Hoy en día es maestro y tiene un gran don, su empatía con cada uno de los niños, se dedica a impartir clases académicas pero sobretodo está muy atento para combatir cualquier tipología de bulling en las aulas.
No tenemos que olvidar que los problemas de este tipo para un niño son equiparables al peor de los problemas posibles para un adulto. Que se tenga en cuenta por favor.
Con Dios.

lunes, 10 de marzo de 2008

XVIII La inmensidad.



En el vivir de cada día dejamos marcas, algunas son de buenos recuerdos; cuando nos ven se alegran y nos participan de su contento, pero también dejamos a veces malos recuerdos. Somos tan imperfectos que por ello nos creemos intachables, no nos equivocamos; comparados con el universo no tenemos ni el tamaño de una hormiga, mas vivimos nuestra vida como si nunca hubiese de tener fin. Pensar que cada día que pasa nos acerca al fin para algunos, a un empezar para otros, según sea su creencia…

Mostraban hace unos días, en un documental, unas hormigas que viajaban en busca de sustento, sorteaban obstáculos a su paso, de pronto, el narrador observa que hay una acequia que les bloquea el continuar, se detienen, empieza un movimiento de un lado a otro, luego las hormigas se toman unas a otras y las que están ya tomadas se dejan caer al agua, y así sucesivamente se dejan caer todas ellas formando una gran balsa con sus cuerpos y se dejan llevar hasta que atraviesan a la otra orilla.No tienen raciocinio, no saben cuantos serán los días de su existencia, pero si saben que lo importante es la subsistencia de su comunidad, y hacen más de lo que nosotros imaginamos, por los suyos.¿Somos tan extraordinarios como nos creemos? Si al menos salváramos al que esta a nuestro lado inmediato, si al menos una pequeña ayuda hiciéramos, ya seria algún socorro para alguien, una pequeña labor por insignificante que nos parezca, para el que recibe es una gran ayuda.Muchas veces la inmensidad de la vida nos hace diminutos, nos convierte en polvo, en insignificancia.

Muchas veces deberíamos darnos la vuelta a la retinas para apreciar la cruel realidad a la que caminamos, corremos...
Todos nacimos insignificantes y moriremos como tal, por eso nuestra labor en la vida es vivirla con creces, dejarnos de conflictos y tristezas, reírnos de nosotros mismos, caernos pero rápidamente levantarnos...
Al fin y al cabo nuestro abismo particular ya está preparado y dispuesto para cuando sea necesario.

Hoy más que nunca, quedar con Dios.

domingo, 9 de marzo de 2008

sábado, 8 de marzo de 2008

XVI Cambios climáticos.



Cuidemos nuestro planeta o sinó no se salvará ni nuestro Gran Santo San Saturio.

Quien quiera entender que entienda.


Con Dios.

domingo, 2 de marzo de 2008

XV Dentro de aquella Ermita...


Despertaba…

Gateando a ciegas por lugares oscuros, manos descalzas, pies atados atornillados, con la mirada blanca y mareo continuo, se encontraba un ser del todo malherido.
Dolor infernal en sus pupilas, pisaba el suelo por obligación, no por fortaleza; abría los ojos, no por ganas, sino por instinto de supervivencia.
Lloraba sangre de impotencia, se arrastraba oscuro entre esas cuatro oscuras paredes, llenas de mensajes, asqueroso olor inundaba el Zulo.
Gritaba desesperado, cual animal en el matadero, pero nadie iría a recogerlo del suelo.Tenía hambre de vida, no se daba por vencido, sabiendo que posiblemente de allí no saldría. No notaba el viento, casi ni el aire, solo el sonido desgarrador de un generador gigante.
Los días, los meses transcurrían eternos, impasibles y fríos y él, cada vez se encontraba más destrozado por dentro y por fuera, comía y bebía de sus propias necesidades, estaba ya tan desesperado que deseaba su propia muerte; su libertad.
No entendía como había llegado allí, como alguien le podía estar haciendo todo aquello.
Finalmente moriría no del hambre sino de la incesante pena.

martes, 26 de febrero de 2008

XIV "Mundo de oportunidades".


El calendario pasaba cadencioso, mascaba chicle nervioso, lengua de gato arpada y seca, labios cortados. Esperaba respuestas, más bien una respuesta, una contestación, un sí a un trabajo explotador, pero un trabajo. Necesitaba dinero, no para él, sino para su familia. El no era un ser humano, era un sin papeles que acababa de llegar a España escondido entre los ejes de las ruedas de un gran camión de mercaderías. Había decidido sacrificarse por su familia, él ya sabía que ni mucho menos sería fácil. Muerto de frío y solo, dormía en los cajeros que quedaban libres de indigentes en Madrid. Se peinaba en las fuentes llenas de excrementos de palomas. Caminaba entre la gente sin saber donde ir. Le habían citado el jueves en los bajos de una casa clandestina. Allí es donde le comunicarían si tendrían algún trabajo para él. Las fresas y él comenzarían a tener una gran relación, pues se acababa de convertir en fresero. Él, muy contento esperaba anhelante poder empezar y conseguir dinero para enviarlo rápidamente a su familia.
Al día siguiente se levantaba de aquellos cartones a las 5 de la mañana. Una furgoneta pasaría a recogerlo a las 5: 30 de la mañana para llevarlo a los invernaderos. Su jornada era de 12 horas, le pagaban 30 euros al día.
Aquel ser vivo, no pudo más. Transcurrido mes y medio regresaba junto a los suyos, al país, a la ciudad que le vio nacer, la suya, la de siempre, la ciudad que le enseñó a ganar y le ayudó a perder.

lunes, 25 de febrero de 2008

XIII La belleza pasa desapercibida.


Hora punta en una estación de metro en la ciudad de Washington. Un músico toca el violín vestido con vaqueros, una camiseta y una gorra de béisbol. El instrumento es nada menos que un Stradivarius de 1713. El violinista toca piezas maestras incontestables durante 43 minutos. Es Joshua Bell (Estados Unidos, 1967), uno de los mejores intérpretes del mundo. Tres días antes había llenado el Boston Symphony Hall, a 100 euros la butaca. No había caído en desgracia, sino que estaba protagonizando un experimento recogido por el diario The Washington Post: comprobar si la gente está preparada para reconocer la belleza.
El experto Leonard Slatkin, director de la Orquesta Sinfónica Nacional de EE UU, había previsto que el músico recaudaría unos 150 dólares y que, de mil personas, unas 35 se detendrían haciendo un corrillo, absortas por la belleza. Hasta un centenar, según Slatkin, echaría dinero en la funda del violín. Pero eso no fue lo que ocurrió.
Bell no sólo respondió encantado al reto de tocar en el metro, sino que además insistió en llevar su valioso Stradivarius.
El músico arrancó con la chacona de la Partita número 2 en Re menor de Johann Sebastian Bach. A los tres minutos, un hombre desvió su mirada para fijarse en el músico. Fue su primer contacto con el público del metro.
A los 43 minutos habían pasado ante él 1.070 personas. Sólo 27 le dieron dinero, la mayoría sin pararse. En total, ganó 32 dólares. No hubo corrillos y nadie le reconoció.

domingo, 24 de febrero de 2008

XII Lo cutre siempre resulta gracioso. (Sobre la marcha)


Es difícil describirse
tal y como uno es
uno, tiende a engañar a la gente
engañándose a él.

Que si soy divertido
que si soy hombre fiel,
que si tengo monedas,
que si se querer.

Que si soy detallista,
que si caigo bien,
que si en casa me miman,
que si tengo un TT.

Que si yo muero en vida,
por ti, mi mujer
que te quiero enseguida
que te trato muy bien.….

Pero en realidad…

Soy un guarrillo,
cuesta portarme bien,
salgo con mis amigos
me emborracho sin querer.

Tengo plato en la mesa
pero no se que hacer,
tengo un 600
que no me va bien!

No hago regalos,
ni cocino, ¿ de que?
ni limpio los platos,
ni hago el café.

Ni soy agraciado,
me pregunto el porque,
aún no he engañado
a ninguna mujer.

La gente me mira
y no sé de qué!
me pillan bien rápido
soy un pobré!
Píntame en acuarelas,
pero píntame bien
no vaya a ser que dos velas
te hagan recapacitar y ver.

miércoles, 20 de febrero de 2008

XI Soledades.


Deseando que pasaran rápido los días
se escondía en el rincón favorito de su habitación
cerraba las persianas a cal y canto al mundo,
desenchufaba la televisión…
¡No quería saber nada del exterior!

Eran tiempos horribles,
de gran decepción,
era 31 de diciembre, fin de año,
inicio de un nuevo bajón.
Las Navidades,
símbolo de alegría y colofón
en él se tornaban
vergüenza y desolación.

Navidad, Navidad,
puta Navidad,
se cantaba a sí mismo en bajito
sumido en su depresión.
¿Comprar regalos?
¿Para qué?
¿Para quién…?
Ni carbón!

Unos por defunción,
otros por falsas promesas,
otros por odio,
por peleas y rencor.
seguía allí solo
en su escondite,
con su comida de tarro,
en su comedor.
¿Grandes comilonas?
a las ocho y media al mojón
esperando que pasaran los días
cuanto antes mejor.
Guárdame en un cajón
Tírame al río,
Y olvídate de mí… por favor.
Felicidad, ¿cuanto cuesta la felicidad?
más cuando te la imponen
en días señalados,
días de sollozar.

Pero no pienses que estás solo
no todo el mundo está igual
hay mucha más gente;
sufriendo como tú,
una gran Soledad.

lunes, 18 de febrero de 2008

X Santiago.


Santiago era un chico ejemplar, tan estudioso y responsable, que muchas veces sufría las consecuencias por parte de sus compañeros rebeldes de clase. Su novia, muy parecida a él, de la misma clase, de tan solo 16 años, últimamente estaba siendo más cariñosa con él que de costumbre. Recibía más llamadas, cenaba casi cada día con amigos, sus padres no dejaban de premiarle por sus notas. Empezaba a sentirse realmente feliz. Su vida social había cambiado mucho desde aquel desayuno a la nueve de la mañana con su padre. Era consciente de que la vida le había dado un giro y no comprendía muy bien el porqué.

Pasaron unos meses, empezaba el verano y Santiago estaba mejor que nunca, había sacado las mejores notas de clase y soñaba con un montón de nuevas ilusiones. Aquellos primeros días de verano fueron increíbles. Siempre estuvo rodeado de gente, le encantaba jugar al fútbol, era delantero centro. Alguna tarde iban al cine, otras a patinar. Disfrutaba al máximo.
Un par de semanas más tarde Santiago volvía de cenar con su novia. Era una espléndida noche de verano. Antes de despedirse, se pararon a ver las estrellas de aquel cielo abierto, allí se quedaron, estirados en aquella fina arena de la playa barcelonesa junto a unas barquitas pesqueras.

Aquella noche Santiago se fue a dormir con una gran sonrisa; sería la última pues a la mañana siguiente su madre se lo encontraba muerto en su cama.

El día a partir del cual la vida de Santiago cambió; efectivamente, fue el día que desayunó con su padre a las nueve de la mañana en aquel bar al lado del hospital, acababan de salir de hacerle unas pruebas médicas, le acababan de predecir la fecha de su muerte, le habían detectado un cáncer galopante, muy avanzado en los pulmones contra el cual ya no se podía hacer nada.Esta fue la última frase que escuchó su padre en boca de su médico: Lo siento mucho, la vida viva de Santiago, acabará; solo es cuestión de tiempo.

martes, 12 de febrero de 2008

VIII Días negros.


Me gustan los días negros, los días amenazadores de tormenta, me gusta sentirme seguro sintiéndome pequeño ante el sonido estremecedor de un trueno o el chasquido de luz de un relámpago. Me gusta el olor de la lluvia al caer sobre hoja seca, su sonido continuado. Me gusta sentir ese escalofrío paralizador ante esa gélida ráfaga de viento. No me gustan los paraguas. Me encanta pisar los charcos sin botas de agua, tumbarme, sentir gota a gota caer sobre mi cara. Me gusta ese equilibrio entre sonidos y silencios. Me gustan las calles vacías, la gente en los soportales, los parabrisas de los coches a toda máquina, los pitidos nerviosos, las luces de sus faros, el sonido de las ruedas contra el asfalto mojado. Me gustan los semáforos rotos. Me gusta ir tranquilo, sin prisas, me gusta disfrutar de cada cosa que acontece por pequeña que sea, me gusta ver a los pajaritos volar hacia sus refugios, me gusta cerrar los ojos...

lunes, 11 de febrero de 2008

VII La promesa.


Si no tardas mucho, te espero toda la vida.

domingo, 10 de febrero de 2008

VI La costa del silencio.


Mi coche, muralla de arboles me envuelve, camino pedregoso, borracho, algo estrecho, cráteres en el suelo...
noche cerrada, luz de mis faros, nubarrones a lo alto, amenaza de lluvia eléctrica y a lo lejos... oscuridad mas intensa..., leve sonido refrescante, viento gélido acompañado de fina brisa, y al asomarme... gran precipicio, enormes rocas erosionadas por la furia de las olas... la costa del silencio... y al este, una ermita, campanario, cruz rota y en su interior, luz... me acerco, linterna en mano, coche aparcado, camino, tembloroso, capuchón negro en el portón, me tropiezo, vuelvo a mirar, lo pierdo, corazón acelerado, me acerco, me aproximo, llego, miro hacia atrás, todo correcto, miro al frente, puerta, diablo, en su boca... el llamadero, llamo, siento, espero, nadie a recibirme sale, entro, crujido tras crujido accedo, al frente una segunda puerta, de nuevo aviso, llamo, espero, me desespero, entro, miro mi mano, sangre, no le doy importancia, procedo, cruz de Cristo volteada, corona de espinas en el suelo, leve ruido, gotas de sangre cayendo, me estremezco, mezclo mi terror con un trago de alcohol, me acerco, portazo, camino lento, camino, siento... costa del silencio... desconcierto, facción de cara habla, me acelero, corro, presiento, persona viva crucificada, charco de sangre en el suelo, corro, tropiezo, nervios, nervios, me acerco a él, lo toco, abre los ojos, ríe, ríe y ríe más, me alejo, le miro, clavos fuera, baja de la cruz, se agacha, coge la corona, se la coloca, camina hacia mi, me desespero, salgo de la ermita, corro y corro, lo pierdo, llego al coche, me subo, cierro, observo, todo oscuro, enciendo linterna, ojeo, no veo, nervioso arranco, me pierdo, nervios, choco con un olmo, me mareo, me apoyo en la ventanilla, me congelo, ruido en la parte trasera, capuchón negro, me mira, lanza de tres puntas en su mano, ojos negros, callado, mirada fija en mi, salgo del coche, le encierro, huyo, me escondo, sofoco, mareo, me tumbo, me duermo…
Horas y horas…
Me despierto, miro mis aposentos, camiseta rota, pecho sangrante... me altero.... la costa... del silencio...

viernes, 8 de febrero de 2008

V Historia de un hombre y una mujer.


Gritaba constante,
le miraba sin querer,
ya no le tocaba,
dormía al revés.

El hombre aguantaba,
pidiéndola renacer,
a lo que la mujer contestaba,
no me pasa nada; estoy bien.

El amor se acababa,
todo caía de pie,
la mujer se planteaba
la vida sin él.

Su hombre, el de siempre,
dispuesto a perder,
un día enfadado,
juro desvencer.

Erguido cogió la puerta
prometiendo nunca jamás volver.
Él, antes re-querido
y al que ahora pensaba no querer,
se había marchado,
dejándola sola y libre
como ella pretender.
Pasaron los días…


Comenzaba a amanecer,
tumbada en su cama,
sin ganas de nada,
se encontraba la mujer,
despeinada y sola,
clamando placer, cariño, un abrazo…
lloraba otra vez.

Arrepentida, como un bebé,
le llamó y llamó y llamó,
horas, días, meses, años
solo llamadas perdidas pa’ él.

Ya mucho daño había hecho
ya no quedaba más por hacer,
las oportunidades se cogen
no se dejan fallecer.

El hombre la quiso por siempre
la mujer también,
ya no volvieron a encontrarse
no se volvieron a ver.

Sin saberlo,
ninguno rehizo su vida,
se quisieron demasiado
para poder volver a querer.

jueves, 7 de febrero de 2008

IV Horrible premonición.

Estas letras las escribí la noche antes del fatídico 11-M...
¿Premonición o Casualidad?

Me apoyo en ti,
ramificadas lagrimas compiten en tu rostro,
de salida tus ojos,
de llegada, tus labios,
fábrica de tristeza,
venas azules,
campo de batalla,
pinos arrinconados,
calor helado,
zapatos sucios,
tiempo limitado,
tiempo justo,
sin embargo, todo el tiempo del mundo;
calles torcidas
calzada ensangrentada, salpicada,
bombas por equipaje,
cobarde atentado,
familiares en el suelo,
imposible comprensión incomprendida,
ya lejos, muy lejos, la conciencia tranquila,
matadores por ideología.
Padre, madre, hermanos... cuerpos con alma,
alma sin cuerpo del fallecido,
cuerpo sin alma del terrorista,
amenaza de la mente por venganza,
injusta injusticia.
Más vale un par de cuentos que un libro santo...

Y no te vayas de mis manos aunque te mueras de frío,
porque cuando llegue el alba, no soportaré el rocío...

III Carretera y amor.


Noviembre negro en las carreteras españolas, más de 30 muertos este fin de semana, la dirección general de tráfico intensifica los controles…
La radio sonaba, dicha noticia me pilló conduciendo mi bestia. Así era como Paco llamaba a su camión. Un camión de diseño, con todo lujo de detalles, lleno de fotografías de su familia, pósters, algún que otro muñeco, incluso espumillones. Todo ello le daba fuerzas para continuar ese camino infinito.

Paco, era un camionero de esos de catálogo; gran barriga, barba medio afeitada, palillo en la boca y descamisada camisa rota. Por aquel entonces cubría la ruta entre Zaragoza y Madrid. Prestaba sus servicios al transporte de una empresa de electrodomésticos. Llevaba ya más de 39 años conduciendo su camión.

Su familia, que no él, residía en un pequeño pueblo a las afueras de Teruel. Apenas los veía, su trabajo no se lo permitía. Su mujer era ama de casa, sus 2 hijos trabajaban en la construcción y era él, quien llevaba el dinero a casa.
Todos los días llamaba infinidad de veces a su mujer, era su más fiel apoyo, incluso estando siempre tan lejos, aún la quería como el primer día.

Solamente le quedaban tres meses para jubilarse; esperaba ansioso ese momento. Poder entrar a su hogar y poder por fin instalarse con ella por siempre, era su mayor sueño.

Ya era viernes, su último día, sus últimas horas, Paco volvía para casa con un regalo para su mujer, un gran peluche que había comprado en una de las áreas de servicio donde él paraba a repostar. Había sido toda una vida dedicada al camión, una vida dura y exigente, el descanso era más que merecido y llegaba en el mejor momento. Era temprano, su mujer no lo esperaría tan pronto. Ya empezaba a imaginársela dormidita en su cama como un bebé. Estaba nervioso, pero ansioso por verla.

Allí estaba su casa. Abrió la puerta sigiloso, pegó un gran grito de bienvenida, corrió hasta su habitación, abrió fuertemente los ojos, sorprendido los cerró, los volvió a abrir, dio un paso atrás y llorando cabizbajo abandono la habitación.

Mas tarde se enteró como se llamaba él, llevaban ya un año y medio de relación.

Lo que no había podido conseguir la carretera en 39 años, lo acababa de conseguir en un instante su ya, ex mujer.

martes, 5 de febrero de 2008

II El poder de la mente.


Sin mente no tendríamos corazón, ni ojos, ni piel, ni pies, incluso, ni miembro viril…

La mente de cada persona es tan fuerte que puede controlar y provocar cualquier tipo de reacción en nuestro cuerpo.Controla nuestros movimientos, rápidos o lentos, sensatos o impulsivos, nuestros gestos, sueltos o atados, cómplices o necios, controla nuestros pensamientos, amor u odio, nuestras manías, nuestras fobias, nuestras morriñas, nuestras paranoias, nuestros estados de ánimo, alegrías o depresiones, nuestra moral, incluso puede provocar enfermedades, fiebres y malestares.

Es imposible engañar a la mente; tan solo somos un cuerpo a su merced, quien crea que es capaz de controlarla, vive totalmente engañado. Tu mente jugó, juega y jugará siempre contigo.De pequeños nos educan, intentan amaestrarnos, amaestrándola a ella, de lo que no se dan cuenta es que la mente en un 80% es independiente, solitaria y fría.

Sino… ¿ Quién consigue estar bien cuando se siente mal?, ¿ Quién consigue sonreír cuando se encuentra triste?, ¿ Por qué la depresión se considera una enfermedad?, ¿ Por qué ese sentimiento negativo?, ¿ Por qué nos cuesta tanto superar nuestros bajones cuando nos encantaría poder olvidarnos y continuar…?

La mente nos controla, siempre estamos a su merced.Nuestra mente es, en gran manera nuestra enfermedad, nuestro virus, nuestra maldad.

Un loco confeso.

I Sin salida.


Los perros ladraban; ya amanecía. Corría el mes de Febrero envuelto en blanco y tranquilidad. La escalera estaba resbaladiza. Los copos habían inundado el estanque, los chupetones de hielo, amenazantes, colgaban de los tejados. Las calles empedradas daban paso a un gran manto blanco donde los caballos alvinos caminaban cansinos. Bajaban los riachuelos salvajes por el verde musgo. Era época de deshielo.Había decidido escaparme una temporada, la rutina me carcomía las entrañas. Había tenido alguna que otra novia pero de ninguna había llegado a enamorarme. Siempre me decía a mi mismo estar bien, siendo todo lo contrario. Tenía muchos amigos; más bien conocidos, los cuales nunca estaban cuando les necesitaba o quizá yo no estaba para avisarlos; me estaba dando cuenta que toda mi vida la había centrado en el trabajo. Las dudas de mi existencia me desequilibraban por momentos. Necesitaba enfrentarme e intentar descubrirme por dentro. Me acababa de dar cuenta que había tirado media vida.Sentado en aquel poyo pueril pensaba en todo lo que había pasado hasta el momento… Yo siempre fui un tío ordenadísimo, ordenaba hasta la ropa por colores. Tanto ordenar mi vida, que al final se había desordenado por completo desmoronándose aún estando todo en su sitio. Miré al cielo y pensé en alguna solución aparente.Aquel hombre permaneció en aquel pueblo durante 3 días más.
De vuelta a su ciudad, volvía a levantarse a las 7 de la mañana, como cada día, para entrar a trabajar de nuevo, a su oficina, como siempre, por el resto de sus días.