jueves, 15 de abril de 2010

CXVII Un amor caliente.

No necesitaban nada más. No tenían nada más. Solo él y ella. Ella y él. La llama del amor se encendió. La mujer salió corriendo de la habitación, corrió hacia el baño, encendió el agua pero allí nada salió. Él murió quemado estirado en la cama, ella; ya solo era cenizas en el salón.