sábado, 10 de abril de 2010

CXIII Bajos vuelos.


Era un momento impreciso el dia que empezó a nevar hacia arriba. La gente se sorprendió porque sus sombreros seguían cayendo hacia abajo y, cuando lloraban, seguían formándose estalagtitas y no estalagmitas.

El cielo, no tan infinito, se fue poco a poco cubriendo de nieve y pronto un ancho manto pálido cubrió al sol y a las nubes. La nieve se amontonó y amontonó, y cada vez más profunda fue formando un techo cada vez más bajo.

Un día los hombres dejaron de ir en avión, de subir a las montañas, de construir edificios altos, y empezaron a caminar con los brazos alzados, rozando con la yema de los dedos el frío límite del cielo sobre sus cabezas.