domingo, 29 de marzo de 2009

LXIII Conmigo, sin ti.


Caerá la madrugada bajo el brillo de la luna,
y comenzarán las gotas a resbalar insospechadas.
Te abrigaré la espalda con diligencia descarada,
te abrazaré en el porche y tú no dirás nada.

Seguirá el camino recordando nuestros pasos,
firmarán los rastros en los charcos de la acera.
Notarás mi aliento y fumarás de su calada,
te besaré en los labios y tú no dirás nada.

Marcharás despacio junto a esa, tu mirada,
huirá la madrugada y el portazo de tu puerta,
se encenderá la luz del alba corrigiendo la ceguera,
no habré llegado a casa, muriéndome en la acera.