jueves, 23 de abril de 2009

LXVI Duerme.


Ruego se respeten los silencios,
incrustados en las comas.
Tienen mucho que decir.

Duerme; que ahora calculo el tiempo, ya no duermo contigo, pero siento… que en la entretela de este cuento, es humillante, ser las sabanas del Sol.
Miente; roza tu piel conmigo, demuestra la pobreza, que al final he perseguido, tanto seguir y perseguir, tanto seguir; y perseguir…
Dime; que te dice el corazón, cuando sabes; que tenia la razón, ahora que ya sabes cómo terminó…
Duerme; roba madrugadas, pero después, no me prometas nada, si me retiro, es porque veo la intención, en tu mirada…
Miente al hombre de hojalata, sin corazón, no puede sentir nada… yo ya no espero nada, corazón; ya no robo tu atención, y duerme, duerme…
Rompe; que ya no importa el sueño, si se despiertan vivos, déjalos, que ya están muertos; es humillante ser las sabanas del Sol… y duerme, duerme…