lunes, 31 de mayo de 2010

CXXXIII Descubriendo...


Me gusta cuando me picas, cuando te conviertes en polvos que me hacen estornudarte, me gusta como te escondes entre las ráfagas de miradas acuchillantes, como juegas a no ser, siendo enorme, como te reflejas en pupilas estúpidas en blanco y negro, me gusta tu color, tu esplendor y tu forma, como finges caerte siendo una torre, como te re-saboreas. Me encanta tu antifaz y tu corona, tu reflejo en la arena. Me gusta como saltas sonriente los charcos marrones, como te desperezas. Me encantan las flores que nacen y crecen fuertes entre las basuras. Me gusta como me evitas, como te enfadas, como me desmiras. Me gustan esas conversaciones de corderitos espabilados, me encanta tu cestito, me encanta como metes piedras a la barriga del lobo, me gusta cuando enseñas la patita. Me gusta cuando te pones nerviosa, cuando te descontrolas, cuando no entiendes nada. Me gusta mirarte y desconcertarte con pestañas selladas. Me encanta tu humildad con pareo, tu sosiego con sombrero y tu verdad descalza.
Llámame bombero, pero me ha encantado encontrarte después del bombardeo, entre las ruinas, ha sido un milagro, pues ya daban a todos por muertos.

domingo, 30 de mayo de 2010

CXXXII Dedicatoria a mi clase de sexto.

L'atzar em va portar a aquesta escola al costat del mar. El destí em va donar el privilegi de portar aquesta classe de sisè plena de color; una classe farta de vida, energia i imaginació. Us he de dir que m'ha encantat compartir aquest any amb tots vosaltres. Que heu estat un del millors grups que he tingut, un grup on hem pogut treballar i viure; compartir i riure, aprendre i conviure. Estic convençut que arribareu allà on us proposeu, heu de ser conscients de qui sou, no baixar la guàrdia i seguir treballant tant bé com fins ara. Gràcies per fer-me gaudir tant de la meva feina, gràcies per entendre'm, gràcies per respondre tant bé als meus mètodes, gràcies per fer-me tan feliç. Gràcies a tots, equip. Us trobaré molt a faltar.

Carlos.

sábado, 22 de mayo de 2010

CXXXI El Hospital del Tórax.

El pasado domingo 9 de mayo, visitamos el Hospital del Tórax en Terrassa. Acojonante.
















Os dejo esta página web: http://www.mundoparapsicologico.com/130-A_Lugares-misteriosos-El-Hospital-del-Torax-de-Terrasa

domingo, 16 de mayo de 2010

CXXX Semáforos en ámbar.


Volvía de jugar el partido, regresaba en coche, las palomas dormían, eran las doce de la noche de un martes ya miércoles, las doce y uno, las doce y dos, las doce y tres… hasta que un semáforo en rojo de la diagonal detuvo el tiempo de cuatro patines, aquel hombre y aquella mujer se habían frenado en medio del paso de la cebra de la gran avenida, ni el desnivel del asfalto, ni el parpadeo del color verde del peatón sucumbieron al amor de ese beso cerrado. Yo, en el interior de mi coche, solo, pasmado, me quedé observándolos, invadiendo sin permiso, ese momento de dos, hasta que el motorista de mi izquierda interrumpió el trance con un vaporoso sonido de claxon. Arrancaron de nuevo los relojes, ellos, sonrientes, risueños, pidieron perdón por la interrupción del tráfico y rodando y enmanados se apartaron posándose de nuevo en la acera.

lunes, 10 de mayo de 2010

CXXIX El fin.


El día en el que el fuego apagaba el agua, observaba tranquilo, el mar envuelto en LLAMAS.

domingo, 9 de mayo de 2010

CXXVIII Eres un buen momento para morirme.


Mirar que encontré...

Amaneciendo y anocheciendo
a un mismo tiempo,
cariño, ¿no es ésta la forma
en que te gustaría vivir?
En mi cabeza hay un álbum
de fotos amarillentas
y lo voy completando con mis ojos,
con los más leves ruidos,
atrapando olores en el aire
y en cada sueño que sueño.
¿Sabes una cosa, pequeña?
La última página de mi álbum
tiene tu boca lluviosa mordiéndome un labio,
un disco de rock´n´roll
y calcetines de colores.
Mis ojos han sido rápidos,
te he hecho el amor con la ropa puesta
a través de una
larga pajita dorada
mientras cruzabas la calle
con el cabello ardiendo.
Pero ahora son tus pies
quienes dan mis pasos,
¡así que no te equivoques
pues me caería!
Te bebo en cada vaso de agua
que sacia mi sed,
mis palabras son claras como niños pequeños
o espesas como semen empapando cortinas,
pero hoy tengo que inventar
un nuevo idioma
para conversar con tus tiernos maullidos eléctricos
y los gritos de euforia
de la gente que vive en tu cabeza.
Debes saber que a veces
soy como un entierro interminable,
siempre triste y azul
subiendo y bajando
por la misma calle.
Pero otras veces soy un río de risa
corriéndome por toda la ribera,
haciendo el amor a la mar,
una felicidad contagiosa,
un revólver de amor, nena,
y voy a disparar justo a tu corazón
¡bang bang!
¿te di?
Quiero arrollarte, enrollarte y arrullarte,
montaña de aguardiente
y tarde rojiza.
Eres un buen momento para morirme.

domingo, 2 de mayo de 2010

CXXVII Hotel Rejas.

Os explicaré mi historia casi terminada en un lugar el cual jamás quiero volver a pisar. Es un lugar donde tienen la envidia por bandera, donde se persiguen las miradas de complicidad, donde es delito sonreír, donde la locura preside el ambiente, donde la palabra juventud es sinónimo de persecución, carne de cañón y amenaza, donde el verbo comprar está a la orden del día, donde el trabajo bien hecho nunca es reconocido, donde el miedo y la amargura dominan el entorno, donde la gente no se junta a otra gente para no ser relacionada, donde el silencio y la tensión reina en las comidas, donde se envejece a pasos agigantados, donde el Sol es un lastre, donde las conciencias tranquilas siguen dormidas, donde la empatía camina sola.
Donde tú y yo nos conocimos a escondidas y afirmamos con la cabeza bien alta que los monstruos son ellos; no nosotros.