domingo, 2 de mayo de 2010

CXXVII Hotel Rejas.

Os explicaré mi historia casi terminada en un lugar el cual jamás quiero volver a pisar. Es un lugar donde tienen la envidia por bandera, donde se persiguen las miradas de complicidad, donde es delito sonreír, donde la locura preside el ambiente, donde la palabra juventud es sinónimo de persecución, carne de cañón y amenaza, donde el verbo comprar está a la orden del día, donde el trabajo bien hecho nunca es reconocido, donde el miedo y la amargura dominan el entorno, donde la gente no se junta a otra gente para no ser relacionada, donde el silencio y la tensión reina en las comidas, donde se envejece a pasos agigantados, donde el Sol es un lastre, donde las conciencias tranquilas siguen dormidas, donde la empatía camina sola.
Donde tú y yo nos conocimos a escondidas y afirmamos con la cabeza bien alta que los monstruos son ellos; no nosotros.