viernes, 30 de enero de 2009

L La busqué, juro que la busqué...


Y la busqué en nuestro banco vacío,
en aquel portal ya desatendido,
en el pícaro parque de las miradas,
en nuestro cine de las verguenzas,
en cada semáforo del derroche,
en el restaurante de las promesas,
a contraluz y en lo blanco.

Te busqué pero te fuiste,
no dejaste ni las sobras
de un amor crucificado.

Ni un falso beso de despedida,
ni una canción desesperada,
ni una última sonrisa fingida...
Te marchaste sin más ni menos.

Insincera y fría.


En la ausencia, también te espero.