lunes, 9 de mayo de 2011

CLXVI Miradas extranjeras.

Hace algún tiempo Londres me visitó, allí sentí como, en cada mirada, me alejaba poquito a poco de la raza humana global.


Una mirada extranjera es lejana, inexpresiva, extraña y austera,
una mirada extranjera te hace invisible y te aleja,
una mirada extranjera es egoísta, impasible y pasajera,
es impenetrable, moribunda y forastera.