viernes, 26 de noviembre de 2010

CLVIII Aventuras mil.

Pamplona era una fiesta, volvíamos de ver el encierro. Las manzanas, todas iguales, nos despistaron, suerte que mi amigo recordaba la calle donde habíamos dejado aparcado el coche.
- Mira, ahí viene un señor, ¡esperad que le pregunto!
- Disculpe señor... ¿la calle Kalea?
...
... ...
... ... ... (mmm... jajaja)