domingo, 31 de enero de 2010

XCV El Cocinillas.


Tengo un amigo al que todo el mundo llama “el cocinillas” desde el día en que nos invitó a cenar a su casa, para celebrar que por fin, se había independizado.

Él es un chico que siempre ha defendido que cocinar no sólo es elaborar un cocido o una buena paella, sino que también es saber preparar una pizza en el horno, calentar unas palomitas en el microondas o freír unos san jacobos congelados en la sartén. Dice que no todo el mundo sabe hacerlo. Siempre nos contaba que cuando se independizara no tendría ningún problema con la cocina porque desde bien pequeñito ayudó a su madre a cocinar, siempre se chuleaba diciendo que era muy apañado en casa.

Bueno, pues llego el día de la gran celebración, el día de la gran cena. Mis amigos y yo, los invitados, estábamos ansiosos en descubrir qué tendríamos de menú aquel día, la verdad es que la cosa prometía pero…; cuál fue nuestra sorpresa cuando al llegar nos lo encontramos, libreta en mano, hablando por teléfono con su madre, muy apurado por cierto…
-¡Mamá, rápido, que acaban de llegar! ¡Dime entonces como se hacía la receta del Melón con Jamón!

Ese solamente fue el principio de una noche memorable. Nosotros al escucharlo desde lo lejos, nos hicimos los sordos, disimulamos. En cuanto acabó de hablar y apuntar la receta se acercó al salón…
-Perdonar chicos, es que estaba hablando con mi madre, que pesada es… ahora que ya no estoy en casa me echa de menos y no deja de llamarme a todas horas…se preocupa demasiado por mí… Bueno, no os preocupéis; enseguida tengo la cena lista. Iros sentando en el sofá.
Y se metió rápidamente en la cocina.
Nosotros disimulamos, nos estábamos meando de la risa.
(Al cabo de unos 10 minutos y desde la cocina...)
-¡Venga chicos, iros sentando en la mesa! ¡Qué voy en cero coma; ya mismo!
Nos sentamos y allí apareció… con su difícil receta. Melón con Jamón para todos.
(Durante la degustación del primer plato...)
-¿Está bueno?
-Sí sí, muy bueno (respondimos)
-Jejeje es una de mis especialidades, tiene mi toque personal, mi toque secreto, no me preguntéis cual es porque no os lo diré jeje.
-Jejeje (nos miramos con cara de circunstancias todos los invitados)
(Pasó el tiempo)
-¿Ya habéis acabado?
-Sí, ya está, ¡muy bueno estaba de verdad!
-Jejeje gracias… ¡bueno pues darme los platos que me los llevo y traigo lo siguiente!
(entró a la cocina)
-¡!Nooo!! ( gritó el cocinillas)
-¿Qué ha ocurrido? ( le grité yo desde el salón)
-¡Oh! ¡Es que se me ha quemado la ensalada!
-La ensalada, ¿desde cuándo una ensalada se calienta? (Comentamos en bajito entre tímidas risas incrédulas).
-Bueno no os preocupéis, ya hago otra cosa (nos dijo desde la cocina).
Entonces dejé a estos descojonándose del pobre cocinillas en la mesa y me acerqué a la cocina a ver si podía ayudarle en algo, cuál fue mi sorpresa al entrar a la cocina cuando me vi al cocinillas partiendo la cascara de un huevo con un cuchillo de sierra y echándolo en una sartén sin aceite. No pude resistir y rápidamente me metí en el lavabo a llorar de la risa. A todo esto el cocinillas, sin enterarse de nada, empezaba a sudar al darse cuenta que los huevos no salían fritos como en casa de su madre y no hacía más que preguntarse el porqué. Salí del lavabo disimulando después de limpiarme las lágrimas y me senté en la mesa de nuevo; estos no paraban de reírse. De repente, apareció “el cocinillas” con cara de circunstancias.
-Aquí tenéis, ¡huevos fritos exquisitos de segundo!
-Pero si están deshechos, esto es un puto revuelto estrellao de huevos… aquí ha habido una matanza… (pensamos todos mientras intentábamos contener la risa)
Y llego el postre, y nos trajo unos helados de tarrina del DÍA, los típicos de fresa y nata, lo único que…
-Pero si están derretidos, ¿Qué ha pasado, no te funciona bien el congelador?
-No hombre, es que no quería que os constiparais y los he sacado del frigo hace media hora para que se calentasen un poquito…
-¿Queréis café?
Y llegó el café y ya para colmo, se equivocó y en vez de echarle azúcar le echo sal.

En fin, este es el resumen de la velada, quería compartirla con vosotros, espero que os haya gustado y que ahora ya entendáis por qué a nuestro amigo Marcos desde entonces siempre le llamemos “el Cocinillas”.

PD: Gotita en la lente; ESKERRIK ASCO (como dice Arguiñano)