lunes, 29 de septiembre de 2008

XXVIII Propinas por amar.


Utilizar el sexo para consolar los dolores del corazón, es dar besos vacíos, es como abrazar una nube. A menudo un amor perdido nos deja tal vacío, que intentamos llenarlo entre las piernas de la inmediatez, y entre las sábanas de lo anónimo. El ayer se cura con el hoy, y no engañando al olvido con suspiros de placer... .
Hoy quiero enseñar a mi soledad a vivir sin esperar, propinas por amar. Hay tanto de mí que quiere llorar. Pero mis llantos vendí, entre las piernas de un bar y cada noche a mi amor conduzco al olvido hacia un colchón y aparco besos sin calor en un cuerpo, ceno con mi dolor, desayuno mi compasión y engaño al olvido, ¡mi amor!, con un cuerpo.
Hoy me visitó aquel que un día fui, y el espejo me contó:" que la tristeza no es el fin. La ironía es la tristeza que, al no saber llorar, sonríe cuando quiere hablar. Y sí la vida nos da otra oportunidad, volveré a hacer el amor.

viernes, 26 de septiembre de 2008

XXVII Querida naranja:


Desde bien pequeñito,
fue él, quien sino,
quien me peló la naranja,
y con amor me la dio.
A veces quito pepitas,
otras veces no,
quería que me espavilara
que aprendiera a ser mayor.

Fui creciendo y más tarde
a pelarla me enseñó,
sin tocarla con las manos
está vez lo hice yo,
sin ayudas y a lo loco
igual de buena supo y “sabió”.

Un día fuimos los dos,
elegimos la naranja,
del mercado y con sabor,
la comimos en casa,
disfrutamos un montón.

El tiempo iba pasando,
pero los años no...

Un día se te ocurrió
mandarme a comprarla solo,
aquel día; se me cayó.
Intenté coger la buena,
pero cogí la peor,
ya no estabas para ayudarme
para coger la mayor.

Hoy, ya siempre la compro solo,
ya no me gusta su sabor,
aún recuerdo cuando comprábamos
y comíamos ambos dos.

Supongo que dentro de poco,
A mi hijo; también, se la elegiré yo,
Haré como hizo mi padre conmigo,
Siempre; siempre, le compraré la mejor.