Solo un gesto,
una palabra bastó,
lo demás, todo lo imaginó...
algo fuertemente comenzaba,
sin avisar; en su corazón chocó.
Ella; cáncer angelical,
Ella; cáncer angelical,
galope multicolor,
palabras de ácida fresa,
dulce blasfemia.
Enfermo por ella; pobre...
todo lo padeció.
Él, asombro poseso,
Él, asombro poseso,
mirada clandestina,
estupor violento,
domingo cascabelero...
Obsesión incontrolada,
hembra despechada,
toro acorralado,
gran vaca lechera, poderosa,
dulce locura le dejó.
Él, con timidez de catálogo,
Él, con timidez de catálogo,
ella, con contrato temporal,
los días se acababan,
todo llegaba al final.
Y lloró y lloró
Y lloró y lloró
y su gran leyenda empezó,
el amor platónico habitó;
nunca la tuvo,
pero por siempre la amó.
Desde entonces,
el carcelero de sueños,
todo el mundo llamó.
todo el mundo llamó.