Entre pesadillas duermen los sueños que un día soñaste sereno,
tuviste
la suerte de conseguir tu deseo y ahí empezó tu descenso,
te tocó mucho
mucho dinero,
mareo,
tanto, que cuando ya todo compraste,
de ya todo
fuiste dueño,
aún te quedaba mucho mucho euro.
Tapaste muchos huecos,
te olvidaste de uno,
tu propio agujero,
por el cual caíste de la felicidad
al más absoluto silencio,
caíste enfermo al fuego,
ya no encontraste
sentido al despilfarro desenfreno,
moriste antes dejando el banco lleno,
pues como dice el proverbio,
si te lo dan todo sin mayor esfuerzo,
es
como vivir malviviendo en tiranía,disfrutando cero.